Pareciera que a los argentinos no le importara otra cosa que el partido del próximo domingo, las horas transcurren lentas y las noticias, generalmente, sólo enfocan hacia Brasil. Pero no somos los únicos. “En Alemania no se habla de otra cosa”, expresó Gabriela, representante de Caarne (Centro Argentino en Alemania Región NorEste), una argentina que vive en Alemania hace 18 años, oriunda de Villa Ballester, reside actualmente en Potsdam, a pocos kilómetros de Berlín, donde trabaja como traductora. Es madre de tres hijos nacidos allí, con lo cual el domingo la familia se dividirá para ver la final de la copa del mundo. “Los chicos van a ver el partido con el padre”, contó Gabriela.
"Un saludo a la gloriosa ciudad de Rosario que nos dio a Messi", saludó la argentina desde la localidad alemana, donde transcurre a pleno el verano: "Parece un día argentino", comparó.
“Desde el mundial de Alemania han cambiado las cosas”, enfatizó en referencia al modo de expresar delos teutones tanta algarabía como la vivida en Argentina. Gabriela aseguró que "la última generación de alemanes lo disfruta mucho más y adoptan la forma sudamericana de festejar, reuniéndose en la puerta de Brandemburgo".
Desde Potsdam no es fácil abstraerse al choque por tercera vez en finales del mundo entre alemanes y argentinos. Será el bueno tras las definiciones en México 86 y en Italia 90. A Gabriela se le dividen los tantos en la familia, ya que verá por separado de sus hijos el partido. "Los chicos sienten mucho por Argentina, pero a los chiquitos le salen lágrimas (si pierde Alemania) así que lo van a ver con el padre", confesó en AM 1330.
"Yo lo voy a ver en Caarne, con bombos murgueros, y salga como salga el partido pensamos festejar lo mismo. Aunque nos parece que viene dificil la mano, estamos con mentalidad ganadora", remarcó Gabriela, quien destacó que "los alemanes están re agrandados, pero son respetuosos".
Alemania llegó a la final luego de vencer en una paliza futbolística histórica a Brasil. “El 7 a 1 les pareció demasiada humillación” contó la argentina pero agregó que los alemanes lo vivieron “con alegría” aunque “al final sintieron compasión sobre el rival”.
Por otra parte, algunos argentinos residentes en Alemania son miembros de Caarne se reunirán mañana sábado para comer un asado en conmemoración por el 9 de julio. El embajador argentino también asistirá a la reunión donde, además, dispondrán de una pantalla gigante para ver el partido por el tercer puesto entre Brasil y Holanda.